¿Por qué la puntuación es diferente para la final en comparación con la ronda de clasificación en los eventos de tiro?

Antes de continuar, debo recordarles que este procedimiento se puso en práctica mucho antes de que tuviéramos tablas de puntuación electrónicas. Ahora, una competencia de tiro promedio a nivel nacional (mi evento es una pistola de 10 m, así que tomaría eso como referencia) tiene hacia arriba de 150 participantes en las preliminares.
Calcular el puntaje de todos estos participantes que se ajustan a la puntuación decimal implicaría la verificación de 150 * 60 = 9,000 cartas objetivo.

Ahora, estoy seguro de que conoce la cantidad de tiempo que lleva identificar manualmente la puntuación precisa en la puntuación decimal. Teniendo en cuenta que se tarda casi 10 segundos en puntuar con precisión una tarjeta (a veces es mucho más), a una persona le tomaría más de un día calificar a 150 participantes. Eso no incluye tiempo para descansar, descansos en el baño y el estado de alerta de la persona (ya que es un proceso mentalmente agotador).

Ahora, si alguien expresa insatisfacción con el puntaje, entonces legalmente, se deberá hacer un recuento completo del puntaje de esa persona, ya que es bien sabido que una escala más fina conduce a más errores. Esto resultaría en una pérdida innecesaria de mano de obra y tiempo también. Este proceso sería muy costoso sin ser de gran utilidad ya que la mayoría de los tiradores se encuentran en la categoría promedio y solo los 8 mejores llegan a la final. La puntuación entera funciona bien con estos casos. En caso de empate, se cuenta y compara el número de 10s (Xs) que una persona ha calificado. El que tiene una mayor tasa de precisión se envía hacia adelante.

Ahora, en la final, dado que solo se permiten 10 tiros para cada competidor, las posibilidades de un empate aumentarían. Ahora, este caso justificaría usar una escala más fina, ya que el número de participantes es muy menor, el número de disparos es menor Y todos los participantes son aproximadamente del mismo calibre. Por lo tanto, una escala más fina se vuelve esencial para diferenciar entre ellos.

Con el advenimiento de los objetivos electrónicos, ahora tenemos el lujo de sentarnos y dejar que la computadora haga todo el trabajo duro. Pero las reglas aún no se han cambiado solo porque no hay necesidad de ello. Hasta ahora, este sistema ha sido extremadamente efectivo en la selección de los candidatos más merecedores para la final. Quizás en el futuro, cuando las competiciones se vuelvan más difíciles y los puntajes se acerquen, un sistema decimal sería esencial incluso en las preliminares.