Los lanzadores se lamen los dedos para obtener suficiente humedad en su piel para agarrar mejor la pelota. La única razón por la que deben limpiarlos es para evitar que puedan lanzar una “bola de saliva”. Una bola de saliva se basa en la saliva u otra sustancia resbaladiza que hace que la bola se salga de los dedos y tenga un giro mínimo. La velocidad de giro más baja hace que la pelota se comporte de manera impredecible. Es la misma idea que un dedo partido que es legal. El spitball es ilegal porque depende de una sustancia extraña para lograr el objetivo en lugar de las propias habilidades del lanzador.
En cuanto a agarrar la pelota, imagine cómo se sienten las puntas de los dedos en los días fríos o en un clima seco y ventoso. Los poros se cierran herméticamente y crean una superficie resbaladiza. Agregarles algo de humedad afloja la piel nuevamente y crea fricción. Imagine escupir en una pieza lisa de madera sin terminar. El área con humedad tendría más fricción que el resto.