¿Cómo se evalúa a los receptores de béisbol por su capacidad de “convocar” un juego determinando qué campo se lanza?

Estadísticamente hablando, el valor defensivo del receptor es uno de los rasgos más difíciles de cuantificar. En particular, la capacidad de “llamar al juego” es particularmente resistente al análisis. En primer lugar, algunos lanzadores prefieren llamar prácticamente a su propio juego, mientras que otros lanzadores suelen diferir a su receptor. En segundo lugar, la llamada correcta de un receptor no significa nada si el lanzador no ejecuta. Si el receptor pide un control deslizante hacia abajo y lejos, y el lanzador lo cuelga, ¿quién merece la culpa? En realidad, puede haber alguna forma de cuantificar esto, pero requeriría datos sobre dónde los receptores quieren que estén los tonos (una especie de receptorFX). Finalmente, al evaluar la defensa del receptor, la cuestión de cómo distribuir el valor entre el receptor y el lanzador empañará cualquier estadística. Este es el problema que ha condenado los intentos de una estadística defensiva integral del receptor, como cERA (receptor ERA) / cFIP, etc.

Cabe señalar que recientemente se han logrado avances significativos en la cuantificación de la capacidad de los receptores para “enmarcar” lanzamientos (hacer que los lanzamientos parezcan huelgas). La lista de los mejores enmarcadores de lanzamiento y las listas subjetivas de la mayoría de las personas de los mejores receptores defensivos coinciden bastante bien, lo que sugiere que esta métrica tiene cierta validez.