Desde la perspectiva de un fanático ávido de los Dodgers, tendría que ver que estoy más ansioso cuando juegan contra los Gigantes de San Francisco.
Mi principal preocupación cuando jugamos contra los Gigantes es que estallará una pelea entre los jugadores. Hace unos meses, estalló una pequeña pelea entre Madison Bumgarner (Gigantes) y Yasiel Puig (Dodgers). La “pelea” consistió principalmente en empujones, insultos y palabras vulgares. (¡No me mires!) Esa es solo una de las varias incidencias entre los jugadores de los Gigantes y los Dodgers. Además, las peleas no se limitan solo a los jugadores, las peleas entre fanáticos han estallado en el pasado.
Además de su mutuo odio el uno al otro, ambos equipos son talentosos. No voy a negar que los Gigantes tienen un gran equipo en conjunto. Los Dodgers también tienen un conjunto estable y confiable de jugadores. La tensión cuando los dos equipos juegan uno contra el otro es obvia. Además de eso, la rivalidad está viva y bien. Es tan intenso como siempre.
En general, ver a estos dos equipos jugar entre ellos es estresante simplemente porque cuando los dos equipos se unen, el juego es muy impredecible. Realmente no se sabe quién va a ganar. Solo el tiempo dirá cómo se desarrolla esta rivalidad en el futuro.