A pesar de los problemas personales de Tiger en términos de sus relaciones y su familia, es indudablemente el catalizador para que el golf se convierta en la sensación mundial que es hoy en día.
No hace mucho tiempo, el golf era un deporte reservado para la élite caucásica de clase alta. Tiger ha roto literalmente cada estereotipo conocido por el golf, ayudando a transformarlo en un deporte para todas las edades, todas las razas y clases socioeconómicas cruzadas.
Sus márgenes de victoria a finales de los 90 y principios de los 2000 fueron astronómicos, rompiendo todos los récords mundiales que se le ocurrieron. Su estilo de juego y su naturaleza agresiva hicieron del golf un deporte emocionante para ver, donde los torneos perderían o ganarían millones de espectadores en función de su asistencia. Todos esperaban ver al “Sunday Tiger” que siempre usaría su tradicional camisa roja que ha sido inmortalizada en todos los videojuegos de EA Sports. Su emoción, dedicación y pasión por el deporte fue contagiosa para los espectadores, lo que hizo que las personas sintieran una necesidad visceral de comenzar a jugar al golf. Tiger fue casi perfecto.
A pesar de su caída y sus problemas matrimoniales, no puedo discutir en contra de lo que Tiger ha hecho por el juego de golf. Realmente creo que seguirá siendo una leyenda en este increíble deporte.