Un error no forzado es cuando pierde un punto al cometer un error en una situación en la que debe tener el control total. Por ejemplo, hacer contacto con la pelota en la parte incorrecta de la raqueta o tener un mal momento (por ejemplo, golpear la pelota demasiado temprano) se considera un error no forzado. Uno de los errores no forzados más comunes, especialmente para los novatos, es el servicio de fallas dobles.
Un error forzado es cuando un jugador realiza un buen tiro, colocando al oponente en una situación difícil. Por ejemplo, los disparos cuidadosamente en ángulo, los disparos o un cambio repentino en el ritmo pueden conducir a errores forzados. En estas situaciones, el receptor puede tener que apresurarse hacia la pelota, perder el equilibrio o establecer un golpe de retorno incorrectamente en su prisa. Dado que el error se debió a ese gran disparo del oponente, se consideraría un error forzado.