Lanzaré dos para comenzar la conversación que son polos opuestos: Scotty Bowman (NHL) y Wayne Fonts (Detroit Lions). En verdad, hay tantos entrenadores, en todos los deportes que han tenido éxito en todos los niveles, que esperaría estar de acuerdo con cada respuesta futura.
Comience con Scotty Bowman (Canadiens, Sabres, Pingüinos y Red Wings).
Scotty era cirujano entre los entrenadores de hockey. Observó cómo el juego cambiaba y evolucionaba a lo largo de 6 décadas y durante cada cambio pudo no solo ganar, sino ganar repetidamente. En sus días con Montreal confió en los veloces y jóvenes manipuladores de palo de la QHL para dominar y ganar 5 Copas Stanley. A medida que el juego se volvió más duro y más físico (dejando de lado la era de Wayne Greyzky / Edmonton Oilers), pudo adaptarse nuevamente. Después de varios años de frustración debido a las defensas del “estilo trampa” en los años 90, creó el “bloqueo de la izquierda” para ayudar a romper la zona neutral y crear espacio para sus hábiles jugadores. Ganó 3 copas más con Detroit.
En total, ha ganado 13 Copas (9 como entrenador, 4 en gestión). Se ha dicho que era un entrenador muy exigente que rutinariamente confundiría psicológicamente a sus jugadores cuando no se desempeñaban como él esperaba, pero al final su currículum demostró que si jugaba como él le indicó, las probabilidades eran bastante buenas de que usted lo hiciera. izar el Santo Grial del hockey – ¡La Copa Stanley!
Wayne Fonts – el perdedor adorable
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Como entrenador de los Leones, Wayne Fonts tuvo una sola aparición en los playoffs y más temporadas perdedoras de las que deberían permitirse en los deportes profesionales. Pero tenía pasión por el juego y estaba totalmente comprometido con sus jugadores. Lloraba con ellos y por ellos, a menudo lo veían abrazándolos al margen y siempre los defendía. Era un entrenador de jugadores, a pesar de que la gerencia de los Leones le dio muy pocas herramientas para trabajar, era el único entrenador con el que se podía ver invitándote a cenar el domingo mucho después de que terminaran tus días de juego.
Dos entrenadores: uno para jugar con éxito y otro para jugar por amor al deporte porque al final, ¿no se supone que el deporte nos une?